Camello Ciego

Borges, en "La busca de Averroes", compara al destino con un camello ciego que, indolente, atropella a los hombres. La metáfora es inmejorable. En las propias palabras de Borges, "Nadie no sintió alguna vez que el destino es fuerte y es torpe, que es inocente y es también inhumano" como, precisamente, un camello ciego.

Cuando yo pienso en la vida, muchas veces pienso una mujer cruel y caprichosa que de manera superficial gusta en dañar en quien se atraviesa en su camino y, sin embargo, siempre hay cosas agradables en la misma. Una cosa que creo haber aprendido es que hay ojos que están educados para ver a la rosa, y ven la rosa, donde los demás ven sólo espinas. La vida también tiene dones simples y hermosos: una puesta de sol, la brisa, la sonrisa de un niño, la primavera que se muestra incluso en las junturas de la banqueta, o el otoño que se insinúa en el cambio de color en las hojas... Pero no: la metáfora no es mejor que la del camello ciego.

La vida, finalmente, siempre te da un buen pretexto para sonreír, una sensación de plenitud en goces pequeños, como el simple hecho de escuchar la voz de Nana Mouskouri, a quien puedes escuchar dando clic aquí. ¡Mi más sincero deseo de que cada uno de ustedes tenga buen día y buen inicio de semana!

Óscar Pech
"In the faces of men and women I see God"
Walt Whitman, from Leaves of Grass

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